"El desafío de las empresas en Bolivia"
Juan Carlos Iturri
Director Ejecutivo Fundación IES
COLUMNISTA
La realidad de las Empresas
Todos los días, sin importar el clima, quién gobierna o la situación macroeconómica del país, miles de mujeres y hombres en Bolivia, se desplazan a sus fuentes de trabajo, donde compran, venden, producen y transforman, en síntesis: crean valor.
Y es ese valor el que permite que podamos seguir adelante. La ecuación es simple a mayor valor creado, mayor satisfacción de necesidades de la población y por tanto, menor pobreza.
Si todos pudiéramos entender esa ecuación, sin duda desde el sector público se allanarían las condiciones para que existan más y mejores empresas y desde el sector privado se realizarían las inversiones que permitan hacer crecer el modelo.
Las empresas enfrentan muchos desafíos y se requiere desarrollar modelos de análisis y toma de decisiones ágiles y flexibles. Sin duda las empresas más exitosas han desarrollado estrategias que les han permitido llegar a donde están, pero la pregunta es si en las actuales circunstancias eso será suficiente.
Un modelo de análisis
Sobre simplificando, la actividad de una empresa puede resumirse en este esquema:
Análisis del Entorno
Para entender mejor el entorno en el que nos encontramos, enfrentamos como país una desaceleración de la economía, la apuesta de sostener el crecimiento con la demanda interna impulsada con el gasto público se enfrentó a la realidad de que las arcas del estado están vacías, el sector hidrocarburos (antes sostén de la economía) ahora registra un déficit difícil de pagar, el gasto público corriente representa una carga difícil de financiar y, pese a los constantes anuncios, no parece claro con qué recursos se financiarán las inversiones y proyectos nuevos.
Para las empresas que requieren de insumos o productos finales del exterior, las dificultades para encontrar divisas terminaron en un costo mayor para las importaciones.
El contrabando campea, siguiendo las ventajas de las variaciones de los tipos de cambio en los países vecinos, y en una economía altamente informal, las empresas enfrentan presiones regulatorias y normativas, costos impuestos desde las autoridades, como incrementos salariales sin ninguna relación con la productividad.
Las empresas tienen que desarrollar nuevas capacidades para poder enfrentar la situación y muchas acuden a promociones, lanzamientos de líneas más baratas de sus propios productos, combos de dos por uno o tres por dos, búsqueda de nuevos proveedores o materiales para abaratar los costos, restricciones de todo lo que no se considere esencial, reducciones de personal (en la medida que la norma lo permita). Pero, en general estas son medidas de emergencia, reaccionando a la situación y rara vez respondiendo a una estrategia a mediano plazo.
En la coyuntura actual no tiene sentido desarrollar una estrategia a cinco años, sin embargo, trabajar en un modelo para sobrellevar la crisis se hace esencial. Para ello hay que volver a analizar el mercado y sus condiciones, lo que buscan los clientes y cuáles son las capacidades internas para satisfacer esas necesidades.
La oportunidad se da cuando se encuentran una necesidad y la capacidad para satisfacerla de forma eficiente.
No importa el tamaño de tu empresa, ante situaciones adversas, es fundamental tener claro el factor que te diferencia del resto y que te permitirá sobrevivir o incluso crecer en tiempos turbulentos.
Siguiendo el modelo de análisis
El Mercado
El análisis debe empezar siempre por la demanda (vender bien), qué es lo que los clientes quieren y están dispuestos a pagar (todo lo que se le agrega al producto, que el cliente no esta dispuesto a pagar, es costo no valor). Si no entendemos al mercado corremos el riesgo de quedar fuera de él.
Muy pocas empresas han desarrollado sistemas de investigación de mercado y cuentan con datos sobre las preferencias de los consumidores, sin embargo hoy es imprescindible contar con programas de manejo de bases de datos de clientes, existen programas muy sofisticados, pero también soluciones más modestas que atienden las necesidades de empresas más pequeñas. El uso de la tecnología se hace imprescindible para manejar grandes volúmenes de datos y poder tomar decisiones a partir de esa información.
Repensar los mercados y los canales de distribución, pensar en alianzas con otras empresas para reducir costos y masificar la llegada de los productos al consumidor final, repensar la paleta de productos para adecuarla a la capacidad de pago de los consumidores, son algunos de los elementos de análisis en este punto.
Logística de aprovisionamiento
Luego viene la provisión de insumos o materias primas (comprar bien), con la necesidad de tener los costos controlados, la calidad requerida, la disponibilidad oportuna y una red confiable de proveedores.
Una vez más es imprescindible contar con sistemas de información que nos permitan hacer análisis de nuestros proveedores, de las alternativas de aprovisionamiento tanto en empresas como en productos sustitutos; de los costos y tiempos de transporte (en un país donde a los desafíos de infraestructura caminera o ferroviaria, se le suman los constantes bloqueos), almacenamiento y del manejo de stocks adecuados que no permitan fallos en el proceso productivo (o quiebres de mercado) pero que no representen una carga financiera de capital inmovilizado por largos periodos de tiempo.
Cuando se trata de empresas agroindustriales, el desarrollo de la cadena de proveedores implica un desafío a parte, donde se vuelve un factor de competitividad (o falta de ella) la capacidad de los proveedores de incorporar tecnología, mantener la calidad y los tiempos de entrega pactados. El cambió climático y el riesgo agrícola aparejado, traen nuevos desafíos en este tema.
El Proceso productivo
Recién entonces se debe analizar el proceso productivo, la logística, y todas las actividades inherentes a la transformación de los productos (producir bien). Buscando optimizar procesos, reducir tiempos y costos y asegurar entregas oportunas.
Durante mucho tiempo, buena parte de las empresas han estado enfocadas en producir más, para atender a un mercado creciente. Hoy la eficiencia productiva y la optimización de procesos se vuelve crucial para controlar los costos de producción, el manejo de las mermas ( o mejor la reutilización de las mismas en nuevos procesos o productos) el uso de la capacidad instalada , la posibilidad de terciarizar servicios, son algunos ejemplos en este campo.
Los procesos y sistemas
Es fundamental acompañar este análisis con el de los procesos y sistemas, las organizaciones pesadas, con mucha carga de costos administrativos y de gestión, con un pobre manejo de datos y de información contable y financiera, difícilmente podrán enfrentar con éxito al mercado actual.
Una vez más la incorporación de tecnología, la información oportuna y completa, la gestión del talento humano, el correcto clima organizacional, la cultura imperante, la visión compartida, los procesos ágiles centrados en los clientes, son parte fundamental de la mejora en este campo.
Los órganos de decisión
Por último, pero no menos importante la gobernanza, es decir la forma en que se toman las decisiones en la empresa. Debemos recordar que con buena voluntad también se mete la pata, y que los comités ejecutivos y los directorios bien manejados suelen ser una ventaja desaprovechada en las empresas, que los ven como un estorbo o un requerimiento normativo de escaso valor.
Muy pocas empresas en el país tienen verdaderos directorios con destrezas complementarias, capacidad de razonamiento crítico y compromiso con la empresa. Normalmente son más bien nominales, buscando cumplir con las regulaciones.
Contar con un directorio donde se debatan ideas, se cuestione la forma de hacer las cosas, se genere una visión de como encarar el futuro, le da a la gerencia de la empresa una palanca de conexiones, puntos de vista diferentes y nuevas perspectivas. Reduce la “soledad en la cima”, que agobia a los (las) gerentes generales y permite evaluar riesgos de una mejor manera.
Las Finanzas
En este modelo, las finanzas de las empresas son el espejo de los cinco aspectos que hacen a la organización, por lo que los problemas de las empresas rara vez tienen origen financiero, normalmente responde a no poder vender, comprar o producir bien.
Las empresas enfrentan el desafío de obtener capitales de trabajo suficientes para encarar los desafíos actuales. El sistema financiero es (por necesidades obvias) muy selectivo a la hora de agilizar prestamos sobre todo a las pymes, el mercado de valores tiene una muy baja penetración y todavía no genera alternativas lo suficientemente ágiles y atractivas.
En este contexto las empresas deben cuidar su flujo de caja, si tienen deudas, renegociar los plazos de repago, agilizar las cobranzas, buscar modelos de financiamiento de los proveedores y adecuado manejo de tesorería.
El análisis sistemático y desapasionado de cada una de las partes del modelo, se vuelve clave para generar planes de acción de corto plazo coherentes con la situación y con las capacidades y necesidades de la empresa.
Juan Carlos Iturri
Director Ejecutivo Fundación IES