El ciclo de la productividad en el trabajo: Despertando al gigante dormido
Sebastian Crespo Postigo
COLUMNISTA
En esta ocasión, el objetivo que me lleva a escribir este texto es claro: desafiar las normas y promover la mejora constante. Hoy, abordaré un tema crítico que, lamentablemente, sigue pasando desapercibido en muchas empresas: el ciclo de la productividad en el trabajo.
El mundo empresarial a menudo se enfoca únicamente en el resultado final: la maximización de la rentabilidad. Sin embargo, olvida que estos resultados están intrínsecamente vinculados al bienestar y la productividad de los trabajadores. No se trata solamente de hacer más en menos tiempo, sino de hacerlo de manera eficaz y sostenible. A continuación, comentaremos el tema en distintas fases.
Fase 1: Bienestar en el Trabajo
En esta fase muchas empresas pasan por alto la importancia de crear un entorno laboral saludable. Los trabajadores rinden mejor cuando se sienten valorados y apoyados. Las organizaciones deben invertir en programas de bienestar, promover una cultura de apoyo y brindar equilibrio entre el trabajo y la vida personal. ¿Quién en su sano juicio quiere desarrollarse en un ambiente donde no esté cómodo? Tu trabajo y tu equipo son tu segunda familia y debes estar contento de ir a trabajar. Con felicidad y pasión se obtienen mejores resultados.
Fase 2: Desarrollo y Formación
Muchas empresas dejan de invertir en la capacitación y el crecimiento de sus trabajadores. Sin embargo, el desarrollo continuo es esencial para mantener a los trabajadores motivados y preparados para los desafíos cambiantes. Las organizaciones deben ofrecer oportunidades de aprendizaje y desarrollo personalizado para sus equipos. El conocimiento y la información muchas veces son costosos, pero con una buena iniciativa se puede reducir y, en muchas ocasiones, hasta lograr un costo cero. Un plan de formación según el perfil de la persona con enfoque en habilidades blandas y duras es un tremendo regalo que le darás a tu equipo.
Fase 3: Empoderamiento y Autonomía
Las empresas que no confían en sus trabajadores para tomar decisiones y asumir la responsabilidad, están desperdiciando un recurso valioso. Fomentar un ambiente en el que los trabajadores se sientan empoderados para tomar decisiones y contribuir con ideas creativas es esencial para impulsar la productividad. Y si, también es cierto que no todos estamos listos para tomar decisiones, ante esto está el plan de formación que mencionamos anteriormente.
Fase 4: Reconocimiento y Recompensas
La fase final del ciclo es el reconocimiento y las recompensas. No se trata solamente de un aumento salarial monetario ocasional, también se debe tomar en cuenta el salario emocional, un reconocimiento constante del esfuerzo y los logros de los trabajadores. Las empresas deben implementar sistemas de recompensas que motiven y reconozcan el buen desempeño, efectivamente a la medida que su modelo de negocio lo permita. A veces un correo, un mensaje o un aplauso de tu equipo vale más que cualquier otra cosa.
El ciclo de la productividad en el trabajo es un proceso continuo que requiere atención constante. Las empresas que despiertan al gigante dormido y abordan cada una de estas fases están mejor preparadas para impulsar la productividad de sus trabajadores. Al invertir (no solo económicamente) en el bienestar, el desarrollo, el empoderamiento y el reconocimiento, no solo obtendrán un equipo más productivo, sino también trabajadores más felices y comprometidos.
Es hora de que las empresas de todos los tamaños y rubros dejen de ignorar estos factores esenciales. El resultado final será una fuerza laboral más eficiente, satisfecha y lista para enfrentar los desafíos del mundo empresarial actual.
Sebastian Crespo Postigo
Ing. Económico con enfoque en gestión de proyectos, Jefe de Buy Now Pay Later en TeLoCompro y Cofundador de Vapeland