Los grandes cambios en el mundo, los paradigmas y las transformaciones en la historia siempre han partido de una idea simple, una idea que por sobre todo debe tener un propósito, un efecto multiplicador que al ser abordado de manera seria y constante crea una serie de acciones y de consecuencia que transforman continua y exponencialmente al mundo, teniendo un impacto progresivo y dejando una marca imborrable en el tiempo.

Hace casi 10 años Cecilia Jauregui Ingeniera industrial tuvo en el desarrollo de su carrera esa idea clara, ese propósito, ayudar al planeta una bolsa a la vez. Y así con convicción y el apoyo de un par de mujeres y su familia, decidió ponerse el overol, la botas y seguir ese camino, transformando algo que para muchos puede ser basura, en un agente de cambio para salvar el planeta.

En estos años Innovaplast a partido de una idea central “un mundo sostenible, un mundo más humano” estas acciones se han desarrollado en un proceso de transformación de bolsa plásticas, primero a materia prima y pelets, de ahí a bolsas de plástico reciclado y posteriormente en el desarrollo de tesis de la Ingeniera Yesica Alba en un producto oxo biodegradable novedoso para nuestra realidad.

Esta aseveración puede sentirse simple o teórica a simple vista, pero ha sido un camino el cual no hubiera sido posible sin la participación de hombres y mujeres que, en el transcurso de los años han pasado de un par de personas a decenas trabajadores que son parte de la familia de la empresa siendo testimonios de los cambios y siendo un aporte constante para la transformación de una industria la cual en nuestro país aún es incipiente, pero tiene un proposito mayor una solución sostenible para todos.

No podemos pasar de esta idea sin algunos datos de gran importancia: “En Bolivia se consumen 11,2 millones de bolsas plásticas al día. La información corresponde a la Unión de Periodistas Ambientales de Bolivia (UPAB).” Este problema de alta presencia aún no cuenta con acciones contundentes, siendo esto la necesidad de transformarse en líderes en esta noble tarea, transformar estas bolsas que se quedarían 500 años en el medio ambiente, en material para ser reutilizado en la elaboración de pelets plástico para politubos y en bolsas basureras con un proceso que permita bolsas degradables en no más de 10 años.

De esta necesidad partió de la visión de negocio que se aprendido en empresas que habían fracasado, pero como se dice muchas veces el éxito viene de un espacio donde se triunfa donde otros fracasan. En el camino de la muerte del emprendedor fue duro, hubo momentos donde realmente la tarea se hizo titánica y en más de una oportunidad se pensó en claudicar, pero un sabio hombre explicó la acción de Córtez al llegar al nuevo mundo y dejo la frase que ha definido el tiempo “quemar barco y no retroceder jamás”

Ya teniendo la consigna y la energía para continuar está aún no ha estado libre de dificultades y desafíos, puesto que existieron barreras, procedimentales, sociales y de género que con trabajo consiente e inclaudicable que han pasado de puertas cerradas, dificultades y negativas en un inicio en oportunidades alianzas y reconocimientos y crecimiento constante, siendo un espacio donde ahora se da la oportunidad nuevos profesionales donde antes existían un no por su género o condición y como una valiente joven de la empresa los expresaba, dando un objetivo del cual sentirse orgulloso y dar lo mejor de sí

Esta misión dio a Innovaplast una transformación de gran impacto a nuestra producción sin embargo nunca perdiendo el propósito en el desarrollo de la industria con impacto, conciencia ambiental y social.