Marcela Marisol Aramayo Marañón, comunicadora social, con tres maestrías en su haber y, experta en Programación Neurolingüística, fusiona su experiencia en el área de educación y el mundo cinematográfico, llevándonos a un viaje inspirador a través de la creación de «Mi Pequeño Emprendedor», una iniciativa que está transformando la forma en que la niñez boliviana se sumerge en el mundo de los negocios desde una edad temprana.

¿Cómo nace esta visión?

«Mi Pequeño Emprendedor», surge de una profunda observación durante sus 14 años de trabajo en educación. Marcela, identifica una necesidad crítica: la falta de inculcación temprana del espíritu emprendedor debido a creencias limitantes arraigadas desde la infancia.

El proyecto cobra vida en medio de la pandemia, con la I Feria Internacional de Emprendimiento, realizada virtualmente. Niños y jóvenes de Bolivia, México, Perú y Colombia, participaron presentando emprendimientos que ahora son éxitos en el mercado. La visión de Marcela, se cristaliza en la II Feria Internacional, esta vez de manera presencial en la Fexpo Cruz, donde niños de varias regiones comparten sus proyectos con un éxito arrollador.

La necesidad de inculcar a los niños el valor de emprender desde una edad temprana.

«Mi Pequeño Emprendedor», no sólo aspira a formar una nueva generación de niños con herramientas para desenvolverse en cualquier ámbito, sino también, a romper con las creencias limitantes que a menudo los acompañan desde la infancia.

¿Cómo impacta esta iniciativa en la sociedad?

Las formas son variadas y profundas. Desde el fomento de la innovación hasta la creación de empleo, desde el desarrollo de habilidades empresariales prácticas hasta la promoción de la responsabilidad social, «Mi Pequeño Emprendedor», está tejido en el tejido mismo de un futuro próspero para Bolivia.

Marcela, realiza este sueño con el apoyo de empresas colaboradoras, un equipo de apasionados coaches que capacitan a los niños y, el respaldo de medios de comunicación que difunden su mensaje. Aunque el camino ha estado lleno de sacrificios personales y desafíos, el impulso de ver a los niños prosperar y, la inquebrantable confianza de su familia y círculo cercano, son los motores que impulsan a Marcela cada día.

En la época actual, donde la necesidad de fomentar la mentalidad emprendedora desde temprano es más apremiante que nunca, Marcela encuentra ventajas en ser pionera. «Mi Pequeño Emprendedor», no sólo es la primera escuela de emprendimiento para niños en Bolivia, sino también, un faro que ilumina un camino hacia un futuro donde el emprendimiento es la norma.

¿Hubo momentos en los que Marcela pensó en abandonar? Sí, confiesa, pero la visión de niños con sueños, talento y el deseo de construir su propio futuro la impulsó a seguir adelante. Los premios y reconocimientos recibidos, son el testimonio tangible del impacto positivo que «Mi Pequeño Emprendedor» está generando en la sociedad boliviana.

En sus propias palabras, Marcela comparte un mensaje alentador para los emprendedores bolivianos: «No tengan miedo de emprender. Cada obstáculo es una oportunidad de aprendizaje, y cada fracaso es una plataforma para el crecimiento. La noche se hizo para soñar y el día para hacer realidad esos sueños».

Este es sólo el comienzo del viaje de «Mi Pequeño Emprendedor». ¡Acompañemos a Marcela en la revolución de los sueños y celebremos el potencial ilimitado de los niños bolivianos!